Una belleza esta ciudad, llena de vida y de mucha gente que defiende la cultura. Da la casualidad de que hay un festival de la cultura y muchos eventos gratuitos.
El domingo fuimos al inframundo, un Cenote hundido como 4 pisos bajo la tierra. Una escalera caracol nos fue indicando hasta donde ir, la cúpula de la cueva era maravillosa, en la profundida se veía oscuro, el agua fresca nos reanimó, los bagresitos nos acompañaban. El que explotaba de felicidad era Coba, el perrito de César, que brincaba al agua haciéndose pasar por guardavidas.
El domingo fuimos al inframundo, un Cenote hundido como 4 pisos bajo la tierra. Una escalera caracol nos fue indicando hasta donde ir, la cúpula de la cueva era maravillosa, en la profundida se veía oscuro, el agua fresca nos reanimó, los bagresitos nos acompañaban. El que explotaba de felicidad era Coba, el perrito de César, que brincaba al agua haciéndose pasar por guardavidas.
En la tarde fuimos con Casiopea para el centro, todos a trabajar. Apenas nos situamos en la Plaza Grande con el Limpiabotas, se llenó de gente alrededor. Una fiscala alargada nos vino a quitar, con respeto nos comenzamos a retirar pero la bola de gente que estaba esperando el show se le fue encima reclamadole que porqué nos quitaba si lo que traíamos era arte etc., etc !!! Fue la revolución en unos minutos! Entonces a la mujer no le quedó otra que mandarnos frente a la Iglesia, yo creo que en este viaje nos volveremos católicos actuando frente a tantas casas de dios ! Esa noche vendimos todo, pan de guayaba, de elote, de plátano y de almendras, y sacamos buenas gorras de cooperación del limpiabotas.
Mientras manejamos, la tortuguita nos arulla, en las subidas no sube a más de 40 km, vemos por la ventana, en Veracruz aparecían los mangos, que arbolotes más grandes ! botaban sus frutos y la gente los vendía a la orilla de la carretera en cajones de madera. No hay cosa más linda que parar en la combi y bajarse corriendo a juntar unos mangos bien maduros y sabrosos recién caídos de la rama.
En Tlaxcala las milpas llenaban los espacios vacíos, las piñas se asomaban de entre sus puntiagudas ramas, y los duraznos se vendian a orilla de la carretera porque a los árboles ya le pesaban.
En Hidalgo los magueyes enormes, gigantes, dispuestos a ser succionados para extraer aguamiel.
Los paisajes van de aquí para allá, de cerros a montañas, de selva a campo liso, de campo a rocas, tierras rojas , tierras negras, cielos celestes, nubes negras, rayos y centellas, smog, nieve en la cima del pico de orizaba, lluvia y más lluvia, subidas empinadas y bajadas muy veloces. Casiopea nos hace rodar y rodar, como nos enseñó una piedra en el camino, y vamos junto a ella y cuando no la tenemos la extrañamos tanto que vamos corriendo a abrazarla, hogar dulce hogar, nos encanta dormir en la casita Casiopesca, es realmente un hogar precioso con un amanecer distinto en la ventana cada día.
En Tlaxcala las milpas llenaban los espacios vacíos, las piñas se asomaban de entre sus puntiagudas ramas, y los duraznos se vendian a orilla de la carretera porque a los árboles ya le pesaban.
En Hidalgo los magueyes enormes, gigantes, dispuestos a ser succionados para extraer aguamiel.
Los paisajes van de aquí para allá, de cerros a montañas, de selva a campo liso, de campo a rocas, tierras rojas , tierras negras, cielos celestes, nubes negras, rayos y centellas, smog, nieve en la cima del pico de orizaba, lluvia y más lluvia, subidas empinadas y bajadas muy veloces. Casiopea nos hace rodar y rodar, como nos enseñó una piedra en el camino, y vamos junto a ella y cuando no la tenemos la extrañamos tanto que vamos corriendo a abrazarla, hogar dulce hogar, nos encanta dormir en la casita Casiopesca, es realmente un hogar precioso con un amanecer distinto en la ventana cada día.
Oaxaca
Llegando nos recibieron muy bien, pudimos, como lo esperábamos, trabajar en el Tianguis de la Plazuela del Carmen Alto, allí donde dos años atrás, la gente dice que nos quedó esperando, a los tÍteres de Punchileros. Parece mentira que todos recuerden aquellos tiempos, que aunque para nosotros fue muy importante, no nos habíamos percatado de que nos fueran a extrañar. Hoy es muy bonito que la gente se nos acerque a repetirnos las canciones que aun recuerdan de aquellas viejas obras, o que recuerden nuestras improvisaciones de cuando nos equivocábamos y se reían mucho, o que incluso nosotros nos reíamos en escena. Recuerdan los personajes y las obras y mucho de lo que decían los personajes. Esto lo cuento ahora porque es muy alentador saber que este proyecto va a ir dejando sembradas las mismas semillas en cada sitio.
Dimos un taller de títeres en la Biblioteca el Tren Amarillo, la mayoría de las personas que llegaron eran adultos. Las mujeres nos maravillaron con sus realizaciones, con tantos detalles que pusieron en sus títeres y con el interés que lo realizaron. En la biblioteca nos apoyaron con varios materiales para nuestros talleres, como plumones, lápices de colores y hojas de papel. Pero fue muy enriquecedor todas las pláticas que sostuvimos con estas mujeres preciosas.
Aquí en Oaxaca hay una propuesta cultural que se llama “Seguimos leyendo” , de lo que se trata es de fomentar la lectura a través de lectores voluntarios que se ofrecen a ir a escuelas y bibliotecas a realizar alguna lectura, retomando esa bonita costumbre de escuchar cuentos en voz alta. Allí regalamos, a quienes tomaron el taller, algunos de los cuentos que los niños de la escuela Angel de Campo, del Df, habían escrito. Otro cuentito lo regalamos en la función de títeres y otros quedaron en la misma biblioteca. Aún quedan muchos cuentitos por regalar. Parece que nos van a donar algunos libros para hacer nuestra biblioteca móvil en el camino.
Nos hemos quedado en casa de Ursula y Giovana, que para nosotras es muy enriquecedor poder escuchar los consejos y enseñanzas que estas mujeres viajeras, lectoras, y amantes de la vida y de las culturas, nos han compartido.
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