viernes, 10 de octubre de 2014

Pequeño resumen de 3 meses de viaje.

Pedimos disculpas por no actualizar el blog. Queremos hacerles saber que seguimos en pie de viaje, aunque se nos enloqueciò la brùjula y nos trajo al norte luego de haber estado bastante al sur. Luego de Chetumal y la reserva de Calakmul, de la que se escribieron algunos cuentos, fuimos rumbo a Puebla y el Df, atravesando Veracruz, con la pena de dejarla atràs por miedo a las tormentas huracanadas. En  Puebla surgieron actuaciones en Cholula y hasta en el zòcalo del centro con venta de mercancìa panadera. En el Df fuimos contratados por una escuelita, donde desde las 8 hasta las 2 de la tarde dimos nuestros talleres y obra de tìteres, allì surgieron como 60 cuentos escritos por los niños para regalar en pròximos destinos. Ademàs otros grupos fabicaron unos tìteres de papel, gatitos, dejando un enchastre de pintura en toda la biblioteca. Y los otros niños fabricaron carteras de tetra pack. Los cuentos salieron preciosos, estos son algunos de ellos:

Más cuentos escritos en los talleres con las tarjetas de la lotería mexicana!!
Había una vez un cotorro que era muy inteligente y sabía comer, “trapiar”, y labar. Un día se fue a pasear y un cazador lo quería matar y voló y le lanzó una red. Se lo llevó y encontró una cotorrita enredada en una red y mordió la cuerda y la salvó y se enamoraron.
Edgar, 9 años.
Escuela Angel de campo
México Df.
Era una vez un niño que siempre veía películas de astronautas porque quería jugar fútbol. Un día su papá iba a ir al espacio y el niño se escondió en la nave con todo el equipaje y para hacer la cancha grande y el balón. Y vivió en la Luna y vivió feliz por siempre.
Mauricio, 9 AÑOS.
Escuela Angel de Campo.
Mexico Df.
Había una vez un alce. El sol era muy amigo del alce. La muerte se interpuso en su amistad. El alce le dijo “vete muerte!” La muerte no se rindió. La muerte se escondió en unos arbustos esperando a que el sol saliera. El sol salió. La muerte se interpuso otra vez y el sol le dijo a la muerte “Vete de aquí! Ya nos cansamos de que nos molestes!” El sol peleó con la muerte y la atrapó. El alce dijo “alto ahí!” La muerte trató de matar al sol. El alce le dijo a la muerte “Ya nos podrías dejar de molestar?” Y la muerte le dijo “está bien, pero váyanse de aquí, yo los quise proteger” El alce le dijo al sol que no podía irse porque ya se había oscurecido. Después el sol se metió y el alce le dijo al sol “buenas noches sol” el sol le ijo al alce “mañana te veo”. La muerte le advirtió al alce “ten cuidado, no te acerques mucho al sol o te va a matar” y luego la muerte le dijo al alce “no tengo que tener otra alma alce, yo era amigo del sol, me acerqué mucho a él y me morí”
Jessica Pamy Zabdiel, Jessica Pamela Albures Martinez
Escuela Angel de Campo
Mexico Df.

Más de los cuentos de los niños! Hay que aclarar que no se corrigió de la historia más que algunas faltas, pero nada de la redacción ya que nos parece muy interesante la manera que cada uno de ellos se desenvuelve a la hora de escribir.
Había una vez un mago que tenía un tambor mágico que cuando lo tocabas, pedías un deseo. Cuando el mago Murió, el tambor quedó olvidado.
Un día, un niño se lo encontró. Pasaron los años y el niño se colvió a acordar del tambor. Claro que ya no era un niño, era más grande. Un día pensó en tocar el tambor, el tambor brilló mucho, el señor pidió un deseo. Poco a poco se fue volviendo ambicioso, ya no respetaba nada y a nadie. Su esposa le reclamó. El hombre se dio cuenta de su error y de su ambición, abandonó el tambor y aquel
volvió a quedar olvidado.
Itzel Magaly Hez, 10 años.
Escuela Angel de Campo
Mexico Df
Había una vez un señor que su sueño era cargar al mundo. Ese era su sueño y él se sentía muy triste. Un día estaba viendo la tele y pasó un comercial sobre el espacio y el marcó y se ganó el premio. Se puso muy feliz y fue. No lo podía creer, al ver el mundo lo quería tocar y besar. Pero no pudo. Y él se puso feliz de verlo y se quería desmayar, pero dijo “no”. Y se puso más feliz y cuando llegó a su casa vio una película del espacio. Y él en sus sueños cargaba el planeta. Pero él seguía muy felíz de todo.
Karol Amaix Barrera Jaimes, 9 años
México Df.
Escuela Angel de Campo.
Había una vez un sol que unca brillaba, pero no brillaba porque el sol siempre estaba triste, pero escuchó a los niños “no hay sol, qué mal!” y el sol se puso más triste. Pero cuando llegó la noche, la luna escuchó a alguien llorando y era el sol y la luna le preguntó al sol “¿Por qué estás llorando?” y el sol le contestó y dijo “es que no puedo brillar” y le dijo la luna “no te preocupes, algún día podrás brillar” y el sol le dijo “le voy a echar ganas”.
Al día siguiente tampoco pudo brillar y otra vez llegó la noche y el sol le preguntó a la luna “¿por qué hoy no pude brillar?” y le contestó “es porque estás siempre triste” y el sol le dijo a la luna “le voya echar ganas para poder brillar” y al siguiente día apenas estaba brillando y el sol dijo “yo puedo, yo puedo!” pero otra vez se puso triste. Pero la luna le levantó el ánimo al sol contándole chistes y al siguiente día ya pudo brillar y a luna y el sol vivieron felices para siempre.
Samantha Saray Estrada, 10 años
Escuela Angel de Campo, Mexico Df.
Había una vez una bruja muy conocida en el pueblo, pero su hija en un bosque encontró un gorro rosa , con una cinta azul y una pluma verde. La niña lo tomó con cuidado y lo llevó a su casa y le dijo a su mamá “mamá, mira lo que encontré en el bosque!” la mamá le contestó, “oh! Si, qué bonito! ¿pero trajiste las moras?” La hija le contestó “no”. La mamá se enojó tanto que mandó un hechizo al gorrito y el hechizo era: quien se lo ponga tenrá orejas de burro. Entonces la mamá puso el gorrito en el pueblo y una señora se lo puso y le pasó eso. Pero cuando se lo quitaba, se le quietaban las orejas de burro. Entonces la mamá vio que la gente lo quería tomar pero no odían porque sabían que iba a suceder lo del hechizo y la bruja se sintió triste, que lo tomó y le quitó el hechizo y ahora toda la gente se lo puede poner pero por turnos.
Alison , 10 años
Escuela Angel de Campo.
Mexico Df.

Había una vez un cotorro que era muy inteligente y sabía comer, “trapiar”, y labar. Un día se fue a pasear y un cazador lo quería matar y voló y le lanzó una red. Se lo llevó y encontró una cotorrita enredada en una red y mordió la cuerda y la salvó y se enamoraron.
Edgar, 9 años.
Escuela Angel de campo
México Df.
Era una vez un niño que siempre veía películas de astronautas porque quería jugar fútbol. Un día su papá iba a ir al espacio y el niño se escondió en la nave con todo el equipaje y para hacer la cancha grande y el balón. Y vivió en la Luna y vivió feliz por siempre.
Mauricio, 9 AÑOS.
Escuela Angel de Campo.
Mexico Df.
Había una vez un alce. El sol era muy amigo del alce. La muerte se interpuso en su amistad. El alce le dijo “vete muerte!” La muerte no se rindió. La muerte se escondió en unos arbustos esperando a que el sol saliera. El sol salió. La muerte se interpuso otra vez y el sol le dijo a la muerte “Vete de aquí! Ya nos cansamos de que nos molestes!” El sol peleó con la muerte y la atrapó. El alce dijo “alto ahí!” La muerte trató de matar al sol. El alce le dijo a la muerte “Ya nos podrías dejar de molestar?” Y la muerte le dijo “está bien, pero vayanse de aquí, yo los quise proteger” El alce le dijo al sol que no podía irse porque ya se había oscurecido. Después el sol se metió y el alce le dijo al sol “buenas noches sol” el sol le ijo al alce “mañana te veo”. La muerte le advirtió al alce “ten cuidado, no te acerques mucho al sol o te va a matar” y luego la muerte le dijo al alce “no tengo que tener otra alma alce, yo era amigo del sol, me acerqué mucho a él y me morí”
Jessica Pamy Zabdiel, Jessica Pamela Albures Martinez
Escuela Angel de Campo
Mexico Df.

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